“A veces aparecían en el pizarrón de frente a los alumnos…”

Renée hermanita: ya tengo un tiempito algo tranquilo para poder escribirte mis impresiones sobre el curso que impartiste aquí en Haïti hace ya un tiempo, 2013. 

Recuerdo de tus cinco armas de gran calibre para abrir el manantial y crear comunidad. 

De ese momento del curso en adelante, el ambiente de los maestros cambió por completo. Se formó entre ellos como una gran familia, llena de alegría y comprensión. Afabilidad. Compañerismo. Familia. 

No sólo el grupo de maestros, sino también el ambiente entre los alumnos. Maestros y Alumnos una sola familia. Me emocionaba viendo a los maestros platicar con sus alumnos, a veces en forma personal, a veces en grupitos. El ambiente de la escuela fue cambiando. Se sentía la comprensión, la ayuda mutua y el crecimiento. 

A veces en la sala de maestros se veían frases de motivación.  ¿De qué estás agradecido hoy?

A veces aparecían en el pizarrón de frente a los alumnos. 

Fue un momento muy bonito para mí y muy interesante. Procuré pagar con gourdes, el tiempo extra que los maestros dedicaban a la entrevista personal con sus alumnos. "Maestro (a) si atiendes con amor a tus alumnos y te tienes que quedar horas extra en la escuela para platicar con ellos, animarlos, escucharlos y...... hasta curarlos. Yo buscaré la manera de recompensarte con un poco más de salario".  (esto no le gustó para nada al nuevo ecónomo del Colegio, cuando yo lo dejé para encargarme del noviciado. Le fue problemático el encontrar dinero para pagar las horas extra). 

Pero esto mismo no quitó del todo el ambiente de familia que ya se había logrado. Y aún sigue. 

Creo que hemos de volver a dar un repaso a todo lo aprendido en 2013 y que los nuevos maestros lo comiencen a conocer y aplicar. 

Este es mi testimonio.  Al año siguiente, el mismo equipo de maestros fue invitado a una semana de Ejercicios Espirituales con un Padre Jesuita haïtiano y este quedó admirado de la asimilación de la doctrina evangélica y del ambiente vivido en la semana de Ejercicios. Me dijo que valió la pena, para él, haber aceptado trabajar los Ejercicios Espirituales con un grupo de Laicos así comprometidos. 

Yo personalmente quedé muy unido a cada uno de los maestros. Platiqué con ellos de cosas muy íntimas, profundas. De vez en cuando vienen buscando hablar, expresarse y me piden mi reacción. Puedo decir que es "mi equipo de maestros". Doy Gracias a Dios por tanta bendición.  Tu hermano siempre: Toño Cavazos Bueno. 

Saludos para Daniel. Saludos para Quecho. Un abrazo cariñoso para ti. "también super-vitamínico".